¿Y si Hermione Granger hubiera sido seleccionada para Slytherin? La historia alternativa que cambió todo

Un susurro. Una elección inesperada. El primer día de Hermione Granger en Hogwarts estaba destinado a ser el prólogo de una leyenda, pero no de la que todos creen. Mientras el Sombrero Seleccionador se posaba sobre su abundante cabello, una lucha silenciosa se libraba en su mente. “Gryffindor, quiero Gryffindor”, suplicaba en su interior. Pero el viejo sombrero, percibiendo capas de ambición, ingenio y una sed de reconocimiento que ella misma negaba, respondió con una calma inquietante: “No… SLYTHERIN”.

El Gran Comedor se sumió en un silencio helado. Una sangre sucia en la casa de los puros. El primer eslabón de una cadena de eventos que redefiniría el destino del mundo mágico para siempre.

El ambiente fue hostil desde el primer momento. Miradas de desprecio, cuchicheos en los pasillos y el constante desafío de Draco Malfoy, quien no podía soportar que una hija de muggles fuera mejor que él en todo. Pero Hermione, con su determinación de acero, no se dejó quebrar.

• Su arma: El conocimiento. Estudió hasta la madrugada, dominó hechizos complejos y perfeccionó pociones con una precisión que hasta Severus Snape se vio obligado a reconocer.
• Su estrategia: Ganarse el respeto, no con lágrimas, sino con resultados impecables. Poco a poco, su nombre comenzó a ser sinónimo de excelencia, incluso entre los más escépticos de Slytherin.
• Su primer aliado inesperado: El propio Snape, quien vio en su mente brillante y metódica un reflejo de Lily Evans. Comenzó a guiarla en secreto, proporcionándole libros prohibidos y retándola con alquimia avanzada.

La relación no era cálida; era rigurosa, exigente y profundamente respetuosa. Snape encontró en Hermione a la pupila que siempre mereció: una mente ávida que no se conformaba con lo establecido.

• Tutorías clandestinas: Sesiones después de clases donde exploraban magia que no estaba en ningún plan de estudios.
• Un propósito común: Snape, atormentado por su pasado, comenzó a ver en ella la posibilidad de un futuro donde la luz y la oscuridad no estuvieran tan definidas.
• El resultado: Bajo su tutela, Hermione se convirtió no solo en la mejor estudiante, sino en una fuerza estratégica. Slytherin ganó la copa de las casas año tras año, gracias a sus puntos impecables.

Mientras Hermione florecía en las mazmorras, en Gryffindor las cosas eran muy diferentes. Harry Potter, sin su brújula intelectual y moral, tropezaba donde antes había triunfado.

• Sin su guía: Falló en descifrar la trampa del ajedrez mágico, casi cae ante Quirrell y salió malherido de su encuentro con la piedra filosofal.
• Una soledad nueva: Harry sentía la ausencia de una voz que le dijera “detente y piensa”. Su camino se volvió más oscuro y solitario, a pesar de la lealtad de Ron.
• Cruce de caminos: Hermione y Harry se cruzaban en los pasillos, pero solo con miradas cortantes y un respeto distante. Ella había aprendido que no podía cargar con el destino de los demás.

Lo que comenzó como puro desprecio por parte de Draco, se transformó en una curiosidad ardiente y luego en una admiración inconfesable. Ya no podía negar que Hermione era extraordinaria.

• El punto de inflexión: Una clase de pociones donde fueron pareja. Draco vio su compasión, su precisión y cómo lo hacía sentir capaz sin humillarlo.
• Miradas robadas: Empezaron a buscarse en la biblioteca, a lanzarse comentarios que escondían algo más. La tensión era palpable, magnética.
• Un amor forjado en el fuego: Cuando Hermione fue secuestrada por mortífagos en su sexto año, Draco y Snape emprendieron una misión desesperada para salvarla. Fue en esta búsqueda que Draco eligió su lado definitivamente, enfrentándose a su propio linaje y al mismísimo Voldemort.

La caída de Voldemort no llegó por la mano del niño elegido, sino por una tríada improbable: Una bruja brillante, un espía redimido y un chico que eligió el amor sobre el odio.

• La estrategia: Usando información extraída de horrocruxes, tendieron una trampa al Señor Tenebroso y lo destruyeron con su propia magia oscura.
• El precio: Hermione quedó marcada física y mentalmente, pero viva. Draco, habiendo renunciado a todo por ella, encontró su verdadera redención.
• El final: Se casaron en una ceremonia íntima, con Snape como padrino. Criaron a sus hijos lejos de los prejuicios, mientras el mundo mágico se reconstruía bajo una nueva luz.

Esta realidad alternativa nos plantea una pregunta profundamente intrigante: ¿El poder corrompe o libera? Hermione, lejos de ser corrompida por la ambición de Slytherin, usó esa misma ambición para reformar la casa desde dentro, redimir a un malfoy y cambiar el curso de la guerra.

Su historia no es la de una heroína nacida en la luz, sino la de una guerrera que se abrió paso en la oscuridad y, desde allí, iluminó todo a su paso. Demuestra que nuestras decisiones, y no nuestro destino, son las que forjan quiénes somos.

📣 ¿Tú qué opinas? ¿Crees que esta versión hubiera sido mejor que la original? ¿Hermione habría sido la bruja más poderosa o una villana temible? ¡Déjanos tu teoría en los comentarios!