Uno de los momentos más impactantes de Las Reliquias de la Muerte ocurre cuando Harry se entrega al destino.
Sabe que dentro de él habita un fragmento del alma de Voldemort, y aún así camina sin resistencia hacia el Avada Kedavra.

Harry cae al suelo. Voldemort también se desploma, confundido, pero al levantarse se convence de que lo ha logrado:
¡el Niño que Vivió ya no vive!

Los mortífagos celebran su aparente triunfo, hasta que Narcissa Malfoy se acerca al cuerpo de Harry.
En un susurro, le pregunta: “¿Draco está vivo?”.

Harry responde que sí. Y en ese instante, Narcissa toma una decisión crucial: le miente a Voldemort y declara que Harry está muerto.

Aquí nace el error definitivo: Voldemort, cegado por su soberbia, acepta esa palabra sin comprobar nada por sí mismo.

Recordemos quién era realmente Tom Riddle: un niño huérfano que buscó poder absoluto, convencido de haber vencido a la muerte gracias a los Horrocruxes.

Para él, mostrarse débil frente a sus seguidores sería peor que morir.
Y en su ego desmedido, jamás consideró que alguien pudiera engañarlo.

Esa confianza ciega en sí mismo fue la grieta que lo llevó a la derrota.

En la película, la escena es rápida: Voldemort mata, Narcissa miente y todos vuelven al castillo.

Pero en el libro, Rowling añade un detalle clave: Voldemort se siente debilitado tras lanzar el Avada Kedavra, aunque lo oculta para no parecer vulnerable.

Al mismo tiempo, el sacrificio de Harry crea un escudo invisible sobre quienes luchan a su lado: ningún aliado muere mientras él yace en el suelo.
El amor y la valentía protegen el campo de batalla… y Voldemort ni siquiera lo percibe.

La batalla final en el Gran Comedor parece decisiva, pero la derrota de Voldemort se selló mucho antes:
en el Bosque Prohibido, cuando decidió creer lo que quería creer.

• ¿Fue su arrogancia?
• ¿La protección del sacrificio de Harry?
• ¿O la Varita de Saúco, que nunca le perteneció?

¿Cuál crees que fue el verdadero motivo de la caída del Señor Tenebroso?